lunes, 30 de noviembre de 2009

CARPE DIEM


Carpe diem es una locución latina que literalmente significa "aprovecha el día", lo que quiere decir es «aprovecha el momento, no lo malgastes». Fue acuñada por el poeta romano Se puede entender como "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". O igual "vive cada momento de tu vida como si fuese el último de tu existencia"
Este tópico respecto a las diferentes épocas literarias ha ido variando en la forma de entenderlo. Durante el periodo de la Edad Media era entendido como: "vive el momento porque vas a morir pronto". Posteriormente durante el Renacimiento, los ideales de belleza y perfección hicieron entenderlo de la siguiente forma: "vive el momento porque vas a envejecer pronto". Finalmente en la época Barroca este tema se volvió a interpretar de la misma forma que en la Edad Media, pero con bastante más intensidad en cuanto a la muerte.
El carpe diem, cuyo nombre procede de la oda a Leuconoe de Horacio, es un tema permanente en la literatura europea.,Íntimamente asociado al Collige, virgo, rosas de Ausonio, su idea central es que la vida es breve y con ella termina para nosotros el placer; es preciso, por lo tanto, gozarla en la época de la juventud. El motivo de la rosa (símbolo de aquella) aparece ya en la poesía de Anacreonte unido a la preocupación por la fugacidad de la vida humana, pero fue con Horacio, sobre todo a partir de su oda Ad Ligurium, cuando el tema alcanzó su máxima difusión en la Europa del renacimiento (Lorenzo de Médicis, Tasso, Ronsard).
En Esp
aña, Garcilaso compuso sobre diem, tomó un significado filosófico y desenagñado, muy propio de la época barroca.


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TEXTOS DEL CARPE DIEM.


Sé pr
udente; buen vino consume de lo añejo,
y largo
afán no entreges a plazo tan pequeño:
mient
ras hablamos, huye con la palabra el tiempo.
¡ Goza es
te día !...Nada fíes del venidero.

Horacio



Cuando salgas en el viaje, hacia Ítaca
desea que el camino sea largo,
pleno de aventuras, pleno de conocimientos.
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
al irritado Poseidón no temas,
tales cosas
en tu ruta nunca hallarás,
si elevado se mantiene tu pensamiento, si una selecta
emoción tu espíritu y tu cuerpo embarga.
A los Lestrigones y a los Cíclopes,
y al feroz Poseidón no encontrarás,
si dentro de tu alma no los llevas,
si tu alma no los yergue delante de ti.

Desea que el camino sea largo.

Que sean muchas las mañanas estivales
en que con cuánta dicha, con cuánta alegría
entres a puertos nunca vistos:
detente en mercados fenicios,
y adquiere las bellas mercancías,
ámbares y ébanos, marfiles y corales,
y perfumes voluptuosos de toda clase,
cuanto má
s abundantes puedas perfumes voluptuosos;
anda a muchas ciudades Egipcias
a aprender y aprender de los sabios
Siempre en tu pensamiento ten a Ítaca.

Llegar hasta allí es tu destino.
Pero no apures tu viaje en absoluto.

Mejor que muchos años dure:Z
y viejo ya ancles en la isla,
rico con cuanto ganaste en el camino,
sin esperar que riquezas te dé Ítaca.

Ítaca te d
io el bello viaje.

Sin ella no hubieras salido al camino.

Otras cosas no tiene ya que darte.

Y si pobre la encuentras, Ítaca no te ha engañado.

Sabio así como llegaste a ser, con experiencia tanta,
ya habrás comprendido las Ítacas qué es lo que significan.

Constantin Kavafis


Cuando la rosa extiende cada una de sus hojas
cuanto más bella y agradable es
entonces es buena para entretejer guirnaldas
antes que su belleza se marchite
de manera que, muchacha, mmientras esté más florida
cojamos la bella rosa del jardín.


Jacobo Sannazaro (1458-1531)



La rosa que hacía poco brillaba con el fuego intenso
perdía el color al caerse los pétalos.
de contemplar cómo envejecen las rosas apenas nacidas...
Mas no importa: aunque inexorablemente debía la rápida morir,
ella misma prolonga su vida con losnuevos brotes.
CORTA LAS ROSAS, DONCELLA, MIENTRAS ESTÉ
FRESCA LA FLOR Y FRESCA LA JUVENTUD,
pero no olvides que asi se desliza tambien la vida.


Ausonio



Coged, jóvenes la flor de vuestros mas bellos años
Coged, necios la flor
Daos prisa que el tiempo es breve
Y todo camina a su fin.

Bernardo Tasso (1493-1569)

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